Voyage voyage.

estoy fuera y tres

Es casi como pasear por el espacio; nos referimos a esa sensación que todos conocemos cuando hicimos nuestro primer paseo espacial…

A veces es mucho mas sencillo que te manden para el espacio en un cohete , que te pongan una escafandra y equipo completo y te dejen salir para darte una vuelta y apretar algún tornillo de la nave que tú salgas de tu zona de confort.

Y no será porque nos hemos hablado en varios post a lo largo de este blog de cómo dar ese paso y todos y cada uno de los beneficios

 

Pero el miedo nos atenaza disfrazado de pereza y llena de excusas nuestro relato sobre por qué aún no hemos dado «el paso». Ese miedo que no te deja actuar de la forma que sabes que debes actuar y recurres a tu álbum de excusas favoritas..          «-Ahora no que viene el frío; o el calor; ahora no que se echan encima las navidades; que si… (rellena el hueco con la tuya)

 

¿Qué te puede pasar por salir ahí fuera y buscar la verdad? tal y como nos animaban desde Expediente X

 

Para estos casos debería existir algún medio de comunicación que nos conectara con ese escenario hipotético en el que una vez llegado a él pudieras preguntar cómo te puedas desenvolver con soltura si estás fuera de tu zona de tranquilidad.

 

En realidad, en ese entorno tú ya has vivido. Pero no lo recuerdas. Tu primera vez  eras un bebé y era en esa temprana época en la que todavía tu memoria a largo plazo se estaba formando. Qué pena no recordar nuestros  primeros pasos, desde las manos de tu padre o tu madre hasta el sofá o la silla mas cercana, con seguridad, primero un pie y luego el otro, y así una pequeña carrera de dos o tres pasos.

Eso sí que es un paso grande para la humanidad, además de la luna (volviendo al espacio)

 

Esa sensación de felicidad por haberlo logrado con la algarabía de tu familia como ruido de fondo por tu logro conseguido. Luego nos vamos haciendo mayores y poco a poco los vítores por nuestras hazañas van desapareciendo, hasta que las hazañas se dan por supuestas y casi son exigidas…»- tienes que aprobar , tienes que aguantar sin comer chucherías hasta tal día, tienes que llegar a tu hora a casa…». De sobra sabes de qué hablamos.

 

Pues entonces, después de todos estos ejemplos, ¿qué te frena? ¿qué te impide dar ese pasito hacia los brazos de tu madre? ¿qué te impide recorrer ese tramo que te lleva hacia tu objetivo.? ¿Acaso no recuerdas la emoción y la cara de velocidad que te aparece en tu rostro cuando estás logrando algo por primera vez?.Basta de preguntas.

 

Lo mejor de todo es que cuando ya has llegado allí, el círculo de influencia por arte de magia se amplia y se extiende invadiendo tu objetivo; y lo que antes era fuera

ahora es dentro , volviendo así a estar en tu zona de confort mirando hacia el exterior